jueves, 15 de enero de 2015

Dos años de cárcel para el primer hostelero condenado en Vigo por los ruidos de su bar

http://www.farodevigo.es/gran-vigo/2015/01/15/anos-carcel-primer-hostelero-condenado/1165427.html

El acusado indemnizará con 18.000 euros a la familia del piso superior »"Este fallo es un precedente de que no se puede jugar con el derecho al descanso", resume la acusación

marta fontán 15.01.2015 | 04:55

El acusado, en la vista. // A.Irago
Ya no fue necesario celebrar el juicio. La primera vista penal que se celebra en Vigo y el resto de la provincia pontevedresa por contaminación acústica se saldó con una condena por conformidad: el acusado, Fernando C.S., aceptó una pena de 2 años de cárcel, 1.200 euros de multa y un año de inhabilitación para trabajar en el ámbito de la hostelería como autor de un delito contra el medio ambiente por los "ruidos constantes" causados durante cinco años en la cafetería que regentaba en la calle Doctor Canoa de Vigo, ya cerrada desde 2012. El condenado también debe indemnizar con 18.000 euros a la familia de la vivienda ubicada sobre el local, formada por un matrimonio y tres hijos. La mujer precisó tratamiento psiquiátrico y psicológico durante año y medio por los síntomas de ansiedad y depresión, con episodios de irritabilidad e insomnio, que sufrió, y su hijo pequeño de 11 años, que padece epilepsia y migrañas, tenía crisis más frecuentes al no poder dormir ni descansar adecuadamente.

"Esta sentencia es un precedente de que no se puede jugar con los ruidos; la gente debe saber que perjudicar el derecho de residencia, de descanso y de poder vivir tranquilamente tiene sus consecuencias", valoraba finalizada la vista Nieves Otero Lamas, abogada de la familia afectada, con respecto al primer fallo sobre esta cuestión emitido por la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo.

La condena aceptada por el hostelero es firme y, en la sentencia, el tribunal casi con total seguridad se pronunciará favorablemente a la petición de la defensa de que se suspenda la ejecución de la pena, lo que evitará el ingreso en prisión de su cliente. La fiscal no se opuso a la solicitud del letrado, pero condicionado sobre todo a que el acusado abone la indemnización, para lo que se le han concedido plazos mensuales durante cinco años. Tampoco se oponen los denunciantes. "Aunque se podría haber obtenido una pena superior, se ha llegado a un acuerdo mínimo para evitar el ingreso en prisión [del acusado]; mi cliente era lo último que quería", argumentó la abogada de la acusación privada.

Todo empezó en 2007. En noviembre de ese año Fernando C.S. comenzó a explotar la cafetería "Nueva Era", después de que el anterior titular le hubiese transmitido la licencia municipal para café bar sin música. Sin embargo, desde el principio el ruido excedió "el límite máximo permitido", según relata la Fiscalía, por lo que los perjudicados, con su vivienda justo encima del local y que escuchaban música y alboroto incluso en horas de madrugada, hablaron con él para que pusiese una solución. La insonorización del establecimiento era nula, por lo que la familia escuchaba hasta como un cliente pedía una consumición. "Primero lo intentaron amistosamente, explicándole al responsable del bar que tenían niños y no podían vivir así", explica la abogada.

Mediciones de la Policía

Esto no surtió efecto, por lo que estos vecinos tuvieron que llamar a la Policía Local para que hiciese mediciones de sonido. Las pruebas realizadas en horas nocturnas durante varios años, entre 2008 y 2012, evidenciaron que el ruido superaba el límite máximo de 30 decibelios. En una de las ocasiones superó los 38. Pese a la presencia policial y los expedientes sancionadores del Concello, que fueron desde multa hasta la orden de cese de actividad, la situación no cambiaba, por lo que la familia no tuvo más opción que acudir a la vía penal.

De forma previa al juicio de ayer, ya consiguieron en 2012 que el hostelero cerrase el local, lo que permitió a los perjudicados recuperar "la normalidad". "Fueron cinco años de vibraciones y ruidos; el máximo perjudicado fue el hijo pequeño", describió la letrada, concretando que debido a las enfermedades que sufre y la falta de descanso, no podía ir a clase "regularmente". "Esta familia no podía disfrutar de su casa; llegaron a tener que cambiar temporalmente su residencia en verano o salir a pasear para evitar un estrés constante", resumió.

miércoles, 7 de enero de 2015

Sevilla y Málaga, las ciudades más ruidosas de la comunidad


Los afectados por la contaminación acústica critican la pasividad de los Ayuntamientos

La guerra empezó hace cuatro años. Decenas de cajas de cartón son ahora la derruida trinchera que se extiende por el salón de Macarena y Miguel Ángel, que sueñan con abandonar la que un día fue su casa. Este primer piso situado en el distrito San Pablo-Santa Justa (Sevilla) ya no es un hogar. Todo está a medio empaquetar, el polvo cubre los muebles y al mirar por la ventana se ven los 12 veladores que como 12 cañones bombardearon el descanso de una familia.

El matrimonio se compró el piso en 2006 con la esperanza de huir de unos vecinos ruidosos. La calma duró sólo cuatro años y se derrumbó con la apertura de un bar justo debajo de la vivienda. “Cuando vives con este ruido todos los días del año terminas completamente loco”, asegura Macarena, que, aunque lleva tres años sin vivir en su casa, sigue tomando ansiolíticos y en menos de una hora de conversación se llega a encender cerca de 10 cigarrillos. Como ella, son muchos los afectados por el ruido en la comunidad autónoma que se ven solos en la lucha contra la contaminación acústica y que se quejan de no recibir ayuda de parte de sus respectivos Ayuntamientos.

Cómo combatir el problema

  • Un caso de contaminación acústica se resuelve, de media, en dos años.
  • Por la vía civil, el porcentaje de éxito para los vecinos afectados por el ruido que generan las actividades de ocio es casi del 90%.
  • El Defensor del Pueblo Andaluz ha recibido este año más de 150 quejas por motivos de ruido.
  • El Ayuntamiento debe realizar las mediciones, pero si no dispone de medios se pueden solicitar a la Junta de Andalucía.

El buen tiempo de Andalucía y el auge de la hostelería en los últimos años han favorecido la proliferación de bares y veladores, haciendo que el problema del ruido generado por el ocio se agudice. Y adquiere más gravedad aún en zonas costeras como Málaga, Roquetas de Mar, Marbella o Tarifa, donde la hostelería y el turismo tienen un peso importante. Sin embargo, es Sevilla la que encabeza la lista de las más ruidosas de la comunidad autónoma.

La capital hispalense es la ciudad más poblada de Andalucía (con casi 700.000 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística de 2014). La densidad de población es un factor importante en la contaminación acústica. “A más concentración, más movimiento económico y más ruido. Si añades una legislación permisiva y el incumplimiento de la normativa, tienes el caos que hay en esta ciudad”, explica el abogado Joaquín Herrera. No es un problema nuevo, según el experto, sino que responde a que por parte de la Administración pública nunca ha habido intención de cuidar al vecino. “El espíritu es abrir el máximo de actividades posibles”, asegura Herrera.

El velador se ha convertido en los últimos años en la pesadilla de los afectados por el ruido que generan las actividades de ocio y en Sevilla cobra una dimensión aún mayor. En las aceras de la capital hispalense resulta difícil abrirse paso entre las mesas y sillas que se apretujan en la vía pública y la normativa es cada vez más permisiva con los veladores. El pasado mes de julio el Ayuntamiento de Sevilla aprobó la nueva ordenanza contra el ruido,, tras las múltiples alegaciones de expertos y asociaciones de vecinos, que pelearon porque el velador fuera considerado como un emisor acústico ya que en el primer borrador de la normativa no era tenido en cuenta como tal. Finalmente se aprobó una ordenanza que prohíbe jugar al dominó pero que permite la apertura de bares con música cerca de viviendas.

Sin descanso, la salud se resiente

La falta de descanso que ocasiona la contaminación acústica genera en el afectado ansiedad, depresión, irritabilidad y, en algunos casos, agresividad. Una serie de factores que derivan en un trastorno adaptativo, según explica la psicóloga Lidia Cabello, que realiza informes periciales para demostrar ante un juez que la causa de estos problemas psicológicos es el ruido. “Es un problema más grave de lo que se puede pensar y es más común de lo que pensamos”, explica Cabello.

Cuando existe un problema de ruido se suele perder el apetito, aparece la fatiga por falta de sueño, se tiene la autoestima baja... “Una cosa lleva a la otra y se desencadenan distintas patologías”, añade la psicóloga.

Juan Carlos Aguilar vive cerca del polígono San Pablo, en Sevilla, y desde 2012 una banda de Semana Santa acude a una plaza cerca a su casa a ensayar, de lunes a viernes. “La pelota se ha hecho ahora tan gorda que me provoca mucho nerviosismo y ansiedad”, asegura. Aguilar tiene tres niños pequeños y una de ellas, de 10 años ha tenido que acudir al psicólogo porque presentaba trastornos de sueño. “En verano sobre todo, se levanta de la cama y me dice que no puede dormir por la música”, explica este afectado, que se empeña en seguir luchando para terminar con el ruido.

Aunque no todo acaba cuando se elimina la carga estresante, los síntomas tardan cerca de 6 meses en desaparecer por completo, una vez solucionado el problema.

El problema de los veladores se extiende también a Málaga, segunda ciudad más problemática en cuestión de contaminación acústica. “Toda la zona centro es un gran botellón”, explica el abogado Francisco Soler, que asegura que por parte del Ayuntamiento no existe control alguno. En Marbella el gobierno municipal convirtió la peatonalización de la avenida Miguel Cano en su estandarte y ahora la calle está plagada de bares y locales que perturban el descanso de los vecinos. Paloma (nombre falso), una de las afectadas, denunció la situación en el Ayuntamiento y tras una reunión con los responsables municipales la respuesta que obtuvo fue poco esperanzadora. “Me dijeron que era una egoísta por no pensar en las bocas que alimentaban esos bares”, recuerda Paloma.

Este empleo que los Ayuntamientos prometen con la apertura incontrolada de locales es precario y temporal, según el catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Sevilla, Jesús Jordano. “Hay otras formas de fomentar la economía”, añade el profesor, que cree que la solución se basa en ordenar mejor el espacio urbanístico. Para Jordano, si hay una ciudad en Andalucía que está siendo menos permisiva con el ruido generado por las actividades de ocio, esa es Granada. “Es un ejemplo de que se podrían hacer las cosas de una forma distinta y de que se puede tener más sensibilidad hacia el derecho de los vecinos”, señala el catedrático. En 2007 la ciudad abrió a las afueras un botellódromo con capacidad para 20.000 personas, un espacio donde lo jóvenes pueden hacer botellón sin molestar.

El resto de ciudades andaluzas no tienen una actividad hostelera tan concentrada, en parte porque el volumen de población es menor. Sin embargo, la pasividad de los Ayuntamientos es un comportamiento común en todas las provincias andaluzas que el propio Defensor del Pueblo denuncia. “Conocemos la gravedad de las situaciones que se originan en los entornos en los que funcionan, con una inexplicable impunidad, locales de hostelería y ocio que violan los derechos constitucionales a la protección de la salud, al descanso, cuando no a la intimidad personal (...) de los residentes a los que les ha tocado vivir cerca de locales que violan las leyes ambientales amparados en una inexplicable pasividad de las autoridades públicas”, afirma en el último informe de Seguridad, Accesibilidad y Calidad Ambiental.

Después de 4 años luchando, la guerra de Macarena y Miguel Ángel parece estar cerca de su final. El matrimonio se plantea ahora rehacer su vida de nuevo, alquilar una casa y quizás abrir un negocio. Quieren probar suerte en el norte de España, lejos del ruido de Andalucía.

Ruido del tráfico

CÁNDIDO ROMAGUERA

"El tráfico motorizado es, sin lugar a dudas, la principal causa generadora de ruido en nuestra Comunidad Autónoma", asegura el Defensor del Pueblo Andaluz. Ejemplo de ello es el intenso tráfico que sorportan las carreteras A-7 y CA-34 —en el tramo que trascurre entre los municipios gaditanos de San Roque y La Línea— con más de seis millones de desplazamientos al año. Según el Plan General de Calidad Ambiental del Campo de Gibraltar, este trazado llega a superar en niveles de ruido al primer polígono industrial de Andalucía, que se sitúa en el arco de la bahía de Algeciras. “En horario de mañana y tarde, las industrias no son un problema como generadoras de ruido, aunque sí por la noche”, coinciden el delegado territorial de Medio Ambiente, Federico Fernández, y el jefe de servicio de Protección Ambiental, Ramón Bravo.

Las zonas más afectadas por los ruidos en el Campo de Gibraltar se sitúan en Palmones, dentro del término municipal de Los Barrios; en Guadarranque (San Roque) y en las proximidades de la refinería de Cepsa y de la central térmica E.On. Estas empresas están obligadas a tomar medidas correctoras.

Sin embargo, el mencionado estudio revela que el 90% de la población vive en zonas que cumplen los objetivos de calidad acústica para los periodos de día y tarde. Solo en 0,8% está expuesta a más de 55 decibelios. Restando el tráfico rodado, casi el 100% de la población se encuentra dentro de los objetivos de calidad acústica en los tres horarios evaluados.

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